y buenas noches dijo - ....
Las vocecitas se hicieron eco en las noches como despedidas casi autómatas, y así como mal acostumbrada, se hizo nido en la memoria.
Entre cuidados, guiños cómplices y sobornos fue madurando el hombrecito, el vino tinto en la mesa y el retruco bajo el parral lo hicieron familiero y bravucón.
Largas carcajadas en la siesta, el fulbito de barrio no se hace esperar, la gambeteada se hace magia, como potrillo que retoza en el pastizal , haciéndose uno con el sol y la sombra, con el alambre de púas y la sangre.
Fotos en blanco y negro, postales de oro que engalanan las mesitas de luz, bien junto al santito, las flores, el espejo, el sillón, la cama grande, la habitación más cálida del mundo.
Abultada la cuenta del almacenero, la corrida inocente hasta la casa de vuelta, el puentecito de madera nunca fue un obstáculo, los vecinos aprestos murmuraban desde los ventanales, nada importaba más que la felicidad del día y reírse lo más fuerte posible, para que escuchen los demás y así evitar las sospechas, de que vivíamos a lo grande, con poco.
El guiso para los indios abajo de la arboleda, pañuelo blanco a lunares rojos, la caminata militante y la sonrisa, el jean oxford nunca se vio mejor, el voto se deslizo entre tus manos hasta el descuidado bolsillo de la camisa.
Una y otra vez nos dijimos buenas noches, para que así el cuidadoso sueño pueda volcarse en nosotros, con la seguridad de un sello deposité mi inocencia a tus cuidados, y hoy vale mi gesto a tu molde.
Y buenas noches dijo- .... y nos hicimos bien.