miércoles, 18 de septiembre de 2019

Como si fuera fácil



Como si fuera fácil abrir los ojos y no pensarte, como si fuera fácil no contemplar tu lado de la cama, tu templo, tu trópico…

Como si fuera fácil no querer perderme en tu norte, en cada punto cardinal que me lleve a tu piel…

Como si fuera fácil no querer abrazarte, decirte al oído que no es necesario correr, que estoy…

Como si fuera fácil no aceptar lo que viene, lo que me toca, lo que me dejes querer…

Como si fuera fácil no elegir estar a tu lado, como si fuera fácil no sentir que vale la pena intentar…
Como si fuera fácil no quererte, como si fuera fácil no caerme rendido al verte…

Como si fuera fácil elegir lo que uno siente, como si fuera fácil no sentir que sos la tormenta que sacude toda mi arquitectura…

Como si fuera fácil no sentir esa paz al lado tuyo, como si fuera fácil callar al universo que me dice con todas las señales que ahí es… 

Como si fuera fácil no querer darlo todo por estar ahí, con vos, donde la vida es vida.

viernes, 2 de noviembre de 2018

Arborem


Ante la sombra del lapacho me inclino otra vez,
para inspirarme de amor sintiendo el verde en mis pies.
El silencio me acobija, solo hay viento,
lo percibo en el corazón, acariciando lento.
Para no profanar el lugar con mis deseos mundanos,
estiro los brazos , el alma y las manos.
Intento despojarme de todo pensamiento,
en oruga o diente de león me convierto.
Aquí es donde soy eterno, un templo sin dios,
me fundo en este trono que algún rey perdió.
Un palacio sideral de raíces sin leyes,
no hay Zeus o Hades, no hay plebes.
En el jardín todo es sol y todo es luna.
Todo es oro.

viernes, 13 de julio de 2018

Musiqueado

Quiero música en el aire

un alborotado soundtrack etéreo

que acompañen cada momento inerte

el fondo que dibuja el cuadro gris

aleatorio por las mañanas

fuerte y definido por las tardes

armonioso y relajante por las noches

valles de notas malgastadas en do mayor

los silencios de salón

quiero jazz en bungalows de verano

dulce solo al final del bis

el movimiento delata lo incontenible

we don´t need now education

no me arrepiento de este amor

bossa nova y rolling stones.

Recuerdos

Pensar en el mar estando en el barro

sobran las razones para desparramarse

hojas esparcidas en el pasto

una comisura quebrándose

letargos de una cálida siesta

adornos atípicos de fiestas triviales

una casa vacía con ventanas cerradas

la última gota de agua del vaso

una caminata a casa sin semáforos

el impulso sanguíneo de ir mas fuerte

la inesperada charla con un extraño

el amanecer de una fría mañana

una radio antigua sintonizando frecuencias

el corte de un cuchillo viejo

la sombra gigante de un edificio

el camino y nada mas que el camino...

ese lunar en el lugar perfecto

la triste melodía de una guitarra

llegar y no encontrarte en ese lugar

un objeto que atrae buena suerte

luces que encandilan en la noche

risas en eco de alguien que queres

la palabra justa saliendo de tu boca

nubes que te acompañan en el recorrido

almas que van y vienen

húmeda sensación de alegría

corridas de verano en el patio

los amores de la vida

los recuerdos...

miércoles, 11 de julio de 2018

Dejarse ir

Dejarse ir, entre noches y días,

entre brazos errantes y caminos desandados.

Dejarse ir

entre sinfonías del alba - quisiera despertar - lentamente.

Dejarse ir

Como agua de río,

el último aliento - entre vendavales de amor - verdadero.

Dejarse ir,

entre las capas del tiempo, haciéndose uno con el paisaje.

Dejarse ir,

entre los sueños - de hadas o ángeles - en oleadas de salvaje misticismo.

Dejarse ir,

en playas anónimas, entre brisas y poesía.

Dejarse ir,

entre cálidas palabras, en tu perfume - ese perfume crepuscular.

Dejarse ir,

entre suspiros y colores,

entre la vida y los recuerdos - dejarse ir - entre las sombras.

 Dejarse ir,

entre melodías apagadas, entre misterios y vida.


 

miércoles, 20 de junio de 2018

El Caos de las Pequeñas Cosas

En el otoño Samael debía pasar un tiempo en la vieja casona de sus abuelos - esta donde se crió de pibe - una cuestión de compromiso familiar a lo que nunca omitió rechazo alguno.

Ya verán, Samael nunca omite. El va atado a la vida como el pájaro a la brisa que lo levita.

Este tiempo en el que debe ir a la casona de la familia ubicada en el monte no es ningún tiempo en sí; puede pasar el invierno incluso, y luego ver llegar los primeros brotes de la Primavera, a lo que Samael, en su anual obligación familiar de cuidar la casa, disfruta de peculiares maneras.

Esa casa,  rústica por fuera y por dentro, de amplios salones y habitaciones, techo alto en declive con una chimenea serpenteando en el living, de amplios ventanales que luego son abiertos, dejando entrar al espíritu del monte, a su espesura, a la nada misma.

Dejar recorrer el aire, pensaba Samael, para que la vieja casona respirara nuevamente.

La vieja casona susurra a sus oídos, en vendavales que atraviesan salvajes las habitaciones y los pasillos, hasta chocar en el corazón del comedor, impartiéndose imponente hacia la cocina, hasta el living, hacia las habitaciones nuevamente, en un loop sin fin de brisas, un aura de cuidado y gracias que ilumina cada rincón.

Una suerte de aroma selvático crepuscular invade a la casona tras los muros de robles, escabulléndose por el pórtico, haciéndose uno con la naturaleza, dejando pasar al caos jugar entre las pequeñas cosas, papeles al viento en una de las salas, permanecen en el aire flotando inertes, acariciados por el aire presuroso, polvorín de tierra tras las esquinas de las habitaciones se esparcen expulsados hacia las afueras, la ramas agitándose por el techo, barriendo las hojas que caen como nieve en el patio.

La vista pareciera salirse de cuadro solo ante la calma inesperada, solo hasta que el caos que cabalgaba por el viento jugando entre las pequeñas cosas, se haya aburrido por el resto del día.

Dejar pasar al caos, que como un orden incomprendido acaricia en armonía, el espíritu de la casa, el corazón de Samael.













-

jueves, 6 de abril de 2017

El Sueño de los Justos - parte 2

La noche está caliente como el infierno, todo está pegajoso, un hedor a hierro absorta el ambiente, hedor que pronto los azules también sentirían al subir de a poco las escaleras.
-Se escuchan pasos distantes -
La completa oscuridad del sexto piso lo envuelve en contraste del blanco pálido de su rostro.
Ladran los perros, escucha a lo lejos, no puede evitar preguntarse qué es lo que está por venir, se abstrae de a ratos ante el momento límite, las  voces vienen en recuerdos triviales, la última vez que estuvo con una mujer, el sabor del humo de cigarrillo, el recuerdo de un exótico dibujo animado de los 70...
-El olor a hierro en el aire lo trae de nuevo en sí, cómo si fuera la caricia de algún Dios pagano que en simpatía con su causa se divirtiera girando las tuercas del destino.