Es esa boca, tal vez, la culpable de todo, a veces es difícil encontrar una así . Centímetros y suavidad en convicencia perfecta, en realidad no me puedo atrever a describirla, si...esa boca es tal vez la culpable de todo, los ojos serán la ventana del alma, como dicen, pero la boca , esa boca , me invitaba a nadar en un destino incierto, donde el tiempo desaparece, donde hago así los hombros para aflojar la espalda , como olvidar ese impulso rítmico, casi frenético de inercia y positiva voluntad que me lleva a chocar de frente, sin temor a...
absolutamente... nada .
El coleccionista de recuerdos sufre varios males en su oficio, el mal de pensar tanto en eso que desea conservar, lo piensa tanto que de a poco lo va olvidando,va incursionando en la duda, ya no sabe con detalle si era de una o tal forma, y la imágen pareciera ponerse de a poco atrás de un vidrio sucio, el cual es cada vez más oscuro...este recuerdo, eventualmente será olvidado.
Voy disparando mi arma mental, mi arma imaginaria, diseñada para desabrochar toda tu ropa, de especial calibre, no hay prenda alguna que se le resista, con el tiempo la práctica fue mejorando la técnica, el tiempo te enseña a controlar las triviales ganas de amar y matar a la misma vez, de matarse en el otro.
No hay nada dentro de estas cuatro paredes, que haga imperante al tiempo, todo pasa a segundo plano, todo es comparable a buenos momentos vividos en la vida, una tarde de playa, el primer orgasmo, una comida exquisita, todo se reduce a la satisfacción de los placeres terrenales, frenesí del in and out, ecuación piel más piel sobre pensamientos lujuriosos de caras, gestos y formas, gotas que caen, pulso lánguido en aumento....explosiónes mutuas en perfecta armonía.
Frío amistoso el que recorre la piel de tu rostro, sonrisa a medias que esconde la total felicidad de tus adentros, un hasta pronto con códigos, ese es el cuadro.
Es bastante críptico este nuevo texto, che!!! jajaja. xD sin embargo, más allá del título, que restringe la interpretación, lo considero una buena metáfora de un acto sensual, es decir, de un momento de exaltación de los sentidos por efecto del recuerdo. Me gusta, dieguito! =)
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