Es bueno a veces tan sólo caminar ( ... ) sin ninguna fuerza ajena o externa que te impulse, excepto la de tu propia voluntad, hacerlo sin prisa, como calculando sistemáticamente cada paso, casi flotando, el pie parece nunca tocar el piso, ver la luna en lo alto, perderse ante la visual de las ramas secas de los árboles, se escucha algo, una melodía, pero no la percibís con los oídos, suena directamente desde las entrañas del alma, te envía un mensaje, te guiña un ojo en el medio de la milonga, todo es poesía, hasta lo más estúpido, hasta la más banal, o común, inclusive, parece bello.
A veces elegimos someternos al límite, inmiscuirnos de más en lo común, en lo terrenal, absorbidos por la rutina que afila la mente, la agudiza, pero no incrementando sus dotes, si no que la transforma, es como perder los sentidos de a poco, mirás el piso, baldosas blancas y negras, milimétricamente puestas, aburridas, ordenadas, de a poco sentís como te vas convirtiendo en una más de ellas, sos parte de ese paisaje, tal vez blanco, tal vez negro, pero sos abducido por esa estructura, te volvéis apático, insensible, robot, perdiendo esa visión, esa facultad de enamorarse de algunas imágenes o situaciones, las cuales no tienen por que ser significativas o especiales, se necesita muy poco, casi nada, si no tán sólo ahogarse en una mirada profunda y no pedir auxilio, sentir el rayito de sol que entra por la ventana y te encandila, que te invita a salir, a ver el paisaje y dejar atrás la monotonía, ver esa risa a medias, q dice mucho y nada a la vez, un ceño fruncido, un cigarrillo de madrugada, o simplemente el silencio, ni más, ni menos....
Pero esta percepción no sucede si es forzado, ese ingrediente no viene en envase artificial, no sirve, no es lo mismo, esa percepción viene de la mano de alguien, viene de la mano de un choque de planetas, viene de la mano de una charla, de un encuentro, del frenesí causal de conocer alguien que te motiva, un interés desinteresado, el simple hecho de disfrutar de la presencia, de ahogarse en una mirada profunda y no pedir auxilio....
Eminencialmente los colores se disparan, forman un arco iris en el medio de la nada, todo es natural, salvaje, que subrayan lo surreal quizás, coincidencias que se chocan en el aire y conviven en risas, nacen para quedarse, aparecen agradablemente mientras navegan en el mar turbulento, de a poco la neblina se disipa, puerto a la vista, algo se acerca, es un barquito de papel, de esos hecho a mano, de esos que tienen su propia historia, sus propias batallas , idas y vueltas, la vida le dio lecciones, sobre como navegar y no perderse, como ser fuerte y a la vez mantener ese mundo intacto, su mundo, ese, es hermoso...sólo hay que saber verlo, descubrirlo , el resto se da solo, ese barquito de papel hecho a mano con poco dice mucho, lo sostengo ahora en mi mano, en su lateral derecho se lee la leyenda " documento no válido como factura", si... , fue hecho de un recibo, prueba de un encuentro en algún lugar, no simboliza nada y a la vez simboliza mucho, simboliza el inicio de todo lo que se viene...y lo mejor de todo, repito, lo mejor de todo, es que andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos por encontrarnos, la melodía empieza a sonar, y justo esa, es nuestra canción ...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar